En tiempos de Covid, y a pesar de todas las lamentables circunstancias que se estaban viviendo, nada mejor que mantenerse seguro en casa e intentar pasar el lockdown entretenidos.
Es así como la Aso, tratando de idear una forma de mantener a la comunidad unida y de que existiera un apoyo emocional entre toda la pelota de ticos, ideó realizar el famoso y conocido juego pero en un formato virtual. De seguro que en Costa Rica vieron, fueron, jugaron y cuidado no, hasta cantaron algún bingo.. “El caballo y el jinete” o “las canillas de alguien por ahí”… fueron parte del juego y la música, videos e interacciones divertidas, no faltaron para pasar buenos momentos y crear un buen recuerdo juntos.
Es así como todos los sábados en la noche durante casi 3 meses, los apuntados alistaban sus “boquitas” para picar y bebidas “naturales” listos para una cita virtual y vacilar a más no poder. El único requisito era tener ganas de pasarla bien y disfrutar de la compañía de los amigos.
¿Que si habían premios? Cada fin de semana entraban en la lista de premios los bienes más deseados como salsas, “cuatro plumas”, frijoles molidos, café, masa para tortillas, huevos, harina, casi cualquier cosa que se antojara y/o escaseara en el supermercado, incluyendo papel higiénico. Lo malo era que como no nos podíamos ver físicamente, los premios también fueron virtuales, o sea ficticios, pero había que ponerle motivación al juego y esto no fue un obstáculo para que la gente participara. Esperamos que ninguno de los ganadores aún esté esperándolos, les aseguramos que fue un pacho total.
“La Voz” del bingo y nuestra gran amiga “La Computadora” (que hacía posible toda la charanga), estarán felices de volverlos a encontrar pronto. ¡Bingo, bingoooo!!!